¡Bienvenida!

Les doy la más cordial bienvenida a mi blog.

Aquí podrán encontrar información útil acerca de las dificultades que presentan los niños en edad preescolar y que les impide obtener un buen rendimiento, estaré renovando continuamente información.

Les agradeceré que dejen sus comentarios y sugerencias un saludo para todos.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Causas de un bajo rendimiento académico

existen distintos tipos de razones que pueden interferir significativamente con el aprendizaje de nuestros hijos:

Problemas propios de cada niño,
Situaciones del entorno familiar o
Particularidades del ámbito escolar.
Diferenciar estos factores no es fácil. Requiere una aguda observación de parte de los padres y profesores y, algunas veces, es necesario además, la intervención de especialistas.

POR QUÉ. POSIBLES CAUSAS DE UN BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR

Existen múltiples problemas que pueden determinar el bajo rendimiento de los niños. Las más frecuentes son:

1. problemas emocionales

2. problemas sensoriales

3. problemas específicos de aprendizaje

Ahora bien, cualquiera sea la causa, el niño necesitará apoyo psicopedagógico para superar las dificultades. Es entonces cuando surge la pregunta inevitable:


Cuándo intervenir

No hay que apresurarse y establecer un diagnóstico prematuro. Antes del segundo semestre del segundo básico no se puede hablar de trastornos de aprendizaje. En el proceso de aprendizaje es posible que veamos que nuestro hijo presenta escritura en carro, hace cambios de letras, omite o agrega letras; quizás tenga dificultades de lectura, problemas con el tamaño y la organización de la información escrita o haga números invertidos. Estos son problemas propios del proceso de adquisición de la lectoescritura y el cálculo: no debemos alarmarnos. En el segundo año básico ya es posible hacer un diagnóstico más específico. Y es ahí cuando tenemos que estar muy atentos a los:


Síntomas

Si notamos que, a pesar de su esfuerzo el rendimiento de nuestro hijo no mejora, estamos ante los primeros indicios. Es importante entonces estar atentos a si nuestros hijos presentan determinados síntomas, por ejemplo si:
tarda más que la mayoría de los niños en hablar,
presenta problemas de pronunciación,
tiene vocabulario pobre,
muestra dificultad para aprender colores, formas, números,
presenta dificultades en la coordinación visomotora (dibujos pobres, mal realizados de acuerdo con su edad),
presenta dificultades de concentración y atención (por ejemplo, no termina las tareas),
su atención es variable,
no recuerda instrucciones,
le cuesta organizar su actividad,
actúa como si tuviese un "motor" interno que no para (caso de hiperactividad).
Muchas veces se trata de niños inteligentes, que no tienen problemas para captar la información, pero que fallan en las áreas específicas de la lectura, la escritura o el cálculo. Por eso, como siempre, nuestro grado de atención es fundamental a la hora de detectar el problema.

QUÉ HACER. SUGERENCIAS GENERALES

En primerísimo lugar, claro, debemos observar. Como un cazador atento, nunca dejar de estar alerta. Así podremos detectar rápidamente si nuestro hijo tiene algún tipo de problema que afecta su rendimiento escolar. Para hacer más fácil la práctica, presentamos un punteo de los síntomas generales. En los casos de bajo rendimiento escolar sucede que el niño:

se esfuerza y no obtiene una mejoría,
presenta angustia o rechazo hacia la tarea escolar,
está perdido, en las clases,
tiene "cuadernos en blanco", no tiene su material,
no logra mantener la información relativamente ordenada,
muestra sentimientos de incapacidad frente a las obligaciones.


Una vez que observamos que nuestro hijo presenta problemas de aprendizaje, debemos intervenir. Algunas acciones que podemos emprender:

definir el problema. (ya vimos que los hay de distinto tipo: sensoriales, emocionales, o más específicos de aprendizaje);
acompañar al niño en su estudio, observar cómo resuelve las dificultades y cuánto está atendiendo;
conversar con profesores y pedirles información;
no enjuiciar; el rendimiento escolar es sobrevalorado en nuestra cultura, el bajo rendimiento en un niño pequeño no determina su futuro;
buscar ayuda psicológica y psicopedagógica para apoyar al niño en el desarrollo de sus destrezas;
reconocer las áreas en las que es competente y alentarlo, estimularlo: es importante renovar la autoestima del pequeño;
adecuar las expectativas a la realidad del niño sin dejar de estimular y sin presionar exageradamente;
buscar un establecimiento apropiado para sus necesidades;
y siempre que tengamos dudas consultar a especialistas.

consejos para superar el bajo rendimiento escolar

De acuerdo a lo que señalan los especialistas, es importante diferenciar la forma en que cada situación se presenta. Por ejemplo, algunos niños tienen dificultades de aprendizaje o presentan problemas con una materia específica y suelen caer en un círculo vicioso, ya que por el hecho de rendir en forma deficiente se deprimen, tienen problemas de autoestima y se desmotivan. Eso mismo los lleva a que les siga yendo mal y, de esa forma, cada vez va siendo más difícil superar el problema en el que se encuentran. Otro grupo que es posible distinguir es el de aquellos niños que no prestan atención en clases y se distraen con facilidad, porque son más impulsivos e inquietos y suelen no tener buenos hábitos de estudio. En muchos de estos casos -aunque cabe resaltar que no en todos- es posible sospechar de un Síndrome de Déficit Atencional, lo que requiere de un diagnóstico y apoyo especializado.

Una tercera forma es la de los niños que, por alguna razón específica, están pasando por un momento difícil que está repercutiendo en su estado emocional. Por lo general, esto suele ocurrir en circunstancias como los cambios de colegio, los problemas familiares (como la separación de los padres o la muerte de un ser querido) y los sentimientos de rechazo por parte de los compañeros de curso, situaciones que ameritan también de un cuidadoso análisis y que, cabe aclarar, puede provocar tanto un bajo rendimiento, como todo lo contrario, niños “súper mateos”, que utilizan el estudio como una vía de escape.

Y por último, un cuarto grupo, está conformado por aquellos niños que simplemente no estudian lo suficiente, porque ellos mismos no se esfuerzan lo necesario, no existe una prioridad de estudio en la casa, o por parte del colegio no encuentran la exigencia y preocupación necesaria que valide su responsabilidad con el estudio y las tareas, sostiene la sicóloga Mónica Larraín. “Es así como tanto el niño, como los padres y el colegio, son los tres actores que tienen que comprometerse, siendo además estos dos últimos, los más férreos aliados en esta tarea que significa la enseñanza y el aprendizaje”.

Pero, ¿de qué forma pueden los padres contribuir a enfrentar el problema de mal rendimiento en el colegio?

A juicio de los especialistas, el primer paso a seguir es indagar los motivos de fondo que están llevando a esta situación, porque sólo así se puede abordar el problema en forma adecuada. En caso de ser necesario es aconsejable pedir ayuda profesional, de manera de lograr una visión más global y completa, que permita un tratamiento integral.
Por otra parte, los padres deben fomentar la confianza de sus hijos como una forma de revertir sus pensamientos negativos. En este sentido, también es bueno motivarlos frente al estudio, dándole una connotación positiva a todo lo relacionado con el colegio y haciéndolos sentir bien con pequeños logros, ya que así ellos mismos irán encontrando el incentivo a estudiar y poner atención en clases.


A continuación te entregamos algunos consejos:

Mantente siempre informado respecto al desempeño de tus hijos en el colegio y demuestra interés por sus actividades escolares constantemente, no sólo cuando se acerca el término del año.

Valora los esfuerzos de tus hijos -por pequeños que sean- y no sólo los resultados.

Fomenta la autoestima de tus niños, de modo que aprendan a apreciar sus cualidades tanto en el ámbito escolar como extra-escolar.

Ayuda a tus hijos a forjar buenos hábitos de estudio, donde existan horarios definidos, pero también haya tiempo para la recreación.

Entrega a tus hijos un ambiente cálido y afectuoso donde hayan reglas establecidas, pero no imperen los castigos. En este último punto es importante resaltar que nunca se debe asociar las tareas con los castigos, ni como una forma de que vayan a hacerlas, ni como una manera de evaluar su desempeño.

Y por último, ante una eventual repetición de curso, enfrenta el proceso con criterio realista, evitando amenazar y culpar a tus hijos, acciones que no contribuirán a mejorar en nada la situación.

lunes, 27 de septiembre de 2010

PREVENCIÓN DE PROBLEMAS EN LA MADURACIÓN NEUROLÓGICA Y CONDUCTA

Hoy en día los Programas de Estimulación Temprana favorecen mucho el desarrollo integral del niño, sobre todo para una adecuada adaptación en su mundo escolar. Quienes penetramos en el campo clínico podemos apreciar que dichos programas no son simples recetarios por edades si no por el contrario son un estudio profundo de todo lo que acontece en ese momento en el niño para la prevención y la organización de su desarrollo.

Para tal fin se hace necesario tener como premisa base cinco aspectos fundamentales que normalizan  el crecimiento y desarrollo del niño.


FACTORES DE ALTO RIESGO

La detección de factores de alto riesgo prenatales, natales y post natales nos ayudaran a establecer el pronóstico, las deficiencias en el desarrollo que podrían aparecer durante su evolución. Por ello, la alerta permanente para su seguimiento, tratamiento y controles continuos.


LA LACTANCIA

La lactancia es una relación multisensorial entre la madre y el niño, necesaria tanto para garantizar la salud física de éste como para establecer las bases afectivas primarias de su salud psicológica. Queremos llamar la atención hacia un factor importante de la lactancia y es que nos permite fortalecer o perturbar la maduración neurológica en el niño lo cual incidirá en su organización conductual y su disposición para áreas de aprendizaje.

Bases de la lactancia.

Bases Inmunológicas. Sabemos muy bien que la lactancia desde el punto de vista pediátrico tiene bases nutrientes e inmunológicas y todos los elementos preventivos se dan a través de ello.
Bases Afectivas. La lactancia tiene bases afectivas primarias en la organización psicológica del niño y su desarrollo; este es otro elemento fundamental donde los psicólogos han dedicado muchas investigaciones relacionado a ello.
Bases Neurológicas. La lactancia puede fortalecer o puede perturbar la maduración neurológica del niño en formación. Nosotros buscamos que la madre tenga un acunamiento perfecto como para poder establecer una lactancia con calidad.
Para ello nosotros hemos creado una forma de realizar el seguimiento emocional a la madre. Empezamos en el período prenatal, para preparar a la gestante para su amamantamiento. Tenemos entonces primero un reconocimiento de la importancia de esto para ir concientizándola y poder así ver en qué situación esta el reconocimiento de sus afectos, y si vemos que existen problemas a ese nivel entonces entramos a usar técnicas alternativas de tratamiento para lograr que esos afectos estén en buena disposición


LA ORGANIZACIÓN DEL SUEÑO

Es uno de los aspectos poco considerados en el desarrollo del niño, quizás porque dejamos que se regule sólo por efectos de su maduración. Sin embargo, muchos hogares se ven afectados pues hablar de un bebé pasado lo cuatro meses que se despierta de tres a cuatro veces en la madrugada es hablar de un sueño fragmentado tanto para él como para los padres. La recurrencia de esta situación, al igual que la mala lactancia, ocasiona múltiples alteraciones en su organización neurológica tales como irritabilidad nerviosa, hipermotilidad y atención dispersa.

Como ya es sabida la organización del sueño-vigilia forma parte de los ritmos biológicos del niño y a su vez viene a ser un factor clave para sentar las bases neurofisiológicas de la estimulación temprana. Esto es muy importante porque mediante un adecuado desarrollo del sueño estamos observando directamente cual va a ser la maduración neurológica que está teniendo este niño y también de acuerdo a las alteraciones que presente vamos a observar en qué nivel existen algunos indicios de inmadurez neurológica en él, a fin de poder corregirlo a tiempo.

En muchos lugares existen muchos mitos respeto al sueño. En el Perú, por ejemplo, tenemos un nivel cultural y una geografía bastante variante lo que da lugar a costumbres, hábitos, mitos y creencias muy particulares respecto al sueño. Esto lleva a pensar que el niño no duerme bien porque es muy comelón o que el niño no duerme porque tiene hambre, etc. Esto ha generado todo un error de patrones conductuales en la criatura y un desfase entre su sueño y su vigilia.

Esto en el ámbito de pareja, el trastorno de sueño de su niño les lleva también a tener el sueño fraccionado. Sabemos muy bien que el sueño es relajante y tonificante por lo que aquellas parejas que no consiguen su sueño normal es casi imposible que durante el día por su trabajo y sus actividades no recuperen su sueño en ningún momento. Esto hace que las parejas estén en estado de sobre tensión lo que ocasiona fricciones de pareja y coincidentemente estas fricciones se están dando en los primeros años de matrimonio donde se supone que están en una etapa de adaptación, entonces, cuál va a ser la situación de esta familia si nos encontramos con un sueño fraccionado, pues lógicamente los problemas se incrementarán y se darán desajustes entrando de esta forma a otro compromiso más todo porque el sueño no está bien organizado en ello. Vemos entonces qué tan importante es una adecuada organización del sueño par la tranquilidad emocional de los padres, para una buena dinámica familiar y para la evolución neurológica del niño en buena disposición; elementos importantes para establecer los programas de estimulación.


EL ESTADO DE VIGILIA

Es importante saber captar al bebé en su vigilia activa para poder ejecutar los programas de estimulación temprana de acuerdo a los requerimientos que su edad y sus deficiencias lo requieran.

El niño en la medida que este con un sueño reconfortable, con una lactancia bien establecida en calidad y cantidad, va a tener un buen estado de alerta, su nivel de vigilia va a estar mucho más remarcante. Es allí donde podemos enlazar con el niño utilizando técnicas de juego dirigidas a fortalecer funciones que pueden estar no muy bien organizadas y si está organizada habilitarla mucho más no se trata de logra niño genios sino de lograr habilidades en buena disposición.


EL ÁREA SOCIOEMOCIONAL

La socialización es un aspecto que se desarrolla desde el nacimiento cuando se garantiza la evolución de sus afectos a través de una adecuada lactancia, enlaces afectivos continuos con el niño y una adecuada organización en los métodos correctivos. Estos tres atributos son los que van a provocar que ese niño esté fortalecido psíquicamente y pueda enlazarse afectivamente y socialmente.

Creemos necesario incidir en este aspecto porque es una de las dificultades que permanentemente encontramos en los niños no permitiendo su integración a los grupos de acuerdo a sus edades correspondientes siendo, por ejemplo, el ingreso al niño casi siempre rodeado de miedos y temores dados por la angustia de la separación.

Este es un claro indicador de que sus áreas psicológicas no han estado bien fortalecidas, de que el proceso de individualización, de capacidad de enfrentamiento y de separación de la madre respeto a su criatura no han estado muy bien desarrollado.

Todo esto se desarrolla desde el momento que el niño nace, donde entramos en toda una secuencia de actividades que fortalezcan esta socialización. Esos pequeños paseos por ejemplo que tiene el niño son importantes pues ha medida que se van incrementado van a provocar que el niño se anexe más con su ambiente y no tenga temores a situaciones nuevas porque ya está familiarizado con ello, dotado de sus enlaces afectivos primarios y sus procesos de programas de estimulación. Por ello es la importancia este aspecto que es uno de los puntos del desarrollo de su propia evolución. Sabemos que con la socialización las buenas relaciones interpersonales que pueda tener, la facilidad de enlazarse es lo que va a provocar que ese niño penetre a todo lado, a todo mundo y a toda realidad.

EDUCAR A LOS NIÑOS CON PREMIOS Y CASTIGOS

“Si apruebas comes toda la comida te compro un regalo”, “No, hoy no juegas con tu pelota estas castigado”. Son ejemplos de salidas que muchos padres de familia tienen cuando no saben que hacer para que su hijo se comporte de determinada manera. Es entonces cuando recurren al premio o al castigo aunque no siempre son eficaces ni actúan de manera inmediata. En todo caso, se trata de recursos que se deben emplear con prudencia para que den resultados.

PREMIOS

Ofrecer premios a los hijos es como reconocer un fracaso, es como si, al fallar como educadores, tuviéramos que recurrir a la “ayuda” de los premios que, mas que educar, adiestran.

Los castigos, por el contrario, no suelen dar tanta sensación de fracaso incluso socialmente son aceptados como padres responsables aquellos que castigan a sus hijos.

Los premios y los castigos son instrumentos eficaces en algunas situaciones criticas en las que el tratamiento habitual que se da en el proceso educativo (dosis de ejemplos, persuasión y reflexión) no surten efecto y es necesario restablecer un cierto equilibrio.

Son recomendables y adecuados si se usan como medios temporales de obtención de logros y siempre de forma apropiada.

Tipos de Premios
Premios Previstos. Son las recompensas pactadas que se ofrecen si se presenta la conducta que se espera. El deseo de conseguirlas ayuda a regular la conducta.
Premios Imprevistos. Se conceden sin previo aviso como reconocimiento a una conducta deseable. Puede producir efecto en la persona que lo recibe y en las que lo observan.
Premios por Entregas. Son los que mantiene el interés mas vivo, al concederse puntos o vales acumulables cuando se producen pequeños logros. Al alcanzar una cierta cantidad, se logra el premio.
Premios Liberadores. Permiten liberarse de alguna tarea desagradable
Composición de los premios

De Base Afectiva. Consisten en expresiones afectivas de los padres, como abrazos, felicitaciones, etc.
De Base Material. Consisten en posesiones materiales, como diversos objetos o dinero.
Relacionados con la Autonomía. Ofrecen mas libertad o autonomía para gestionar el dinero, el tiempo, el espacio, etc.

Los padres deben evitar su uso prolongado porque crea adicción y no se actuara si no es a cambio de premios. En algunos casos modifica la conducta pero no necesariamente las actitudes y motivaciones, por lo que hay que combinarlos con otras acciones educativas.


CASTIGOS

Tipos de castigos
Castigos Previstos. Son las consecuencias desagradables que aguardan como respuesta a una conducta inaceptable determinada.
Castigos Imprevistos. Son consecuencias desagradables que se otorgan sin previo aviso ante conductas indeseables. Tratan de evitar que se repita la conducta.
Castigos con Oportunidades. Se ofrece un castigo si se da una conducta, pero se concede la oportunidad de rectificar en dos ocasiones antes de recibirlo
Composición de los castigos

De Base Afectiva. Expresiones afectivas negativas por parte de los padres como reprimendas, amonestaciones, alejamiento físico, silencio, caso omiso...
De Base Material. No poder usar algo ( TV, equipo de música, bicicleta...) o quedarse sin alguna posesión.
Relacionados con la Autonomía. Restringen o privan de la libertad de salir, reducen el tiempo de ocio, prohíben algunas relaciones...

Es muy importante que los padres elijan los castigos con prudencia. Los castigos deben cumplirse, por lo que un castigo absurdo o que no se cumple produce el efecto contrario. También ha de ser verdaderamente desagradable ya que si solo supone una ligera molestia, se pude acabar aceptando la molestia como un mal menor. Procurar que el castigo se acepte como algo merecido y se entienda que ayudara a mejorar.

Los padres deben tener presente que puede aumentar la conducta indeseable. En algunas ocasiones, los hijos buscan llamar la atención de los padres y, al no conseguirlo con una conducta deseable, les basta con que les prestemos atención mediante castigos por las indeseables. Es este caso esta directamente contraindicado su uso.

Si el castigo se ve desproporcionado, injusto o absurdo, puede generar sentimientos de aversión, venganza y resentimiento, como consecuencia, es probable que no se evite la conducta indeseable. También estará contraindicado su uso en estas circunstancias.

LA TIMIDEZ, SINÓNIMO DE FALTA DE SEGURIDAD

A los niños tímidos no les gustan ir a fiestas infantiles, tienen dificultad para hacer amiguitos, no exponen en clase y cuando salen al recreo son incapaces de relacionarse con otros pequeños de su edad, solo quieren estar al lado de su madre para sentirse seguros y protegidos.

Este comportamiento no es normal. Un niño no solo necesita interactuar con otros niños para desarrollar su personalidad y autoestima sino también para que no se convierta en un adulto temeroso y con trastornos de la personalidad.

Un niño suele ser introvertido cuando tiene padres sobreprotectores y rígidos. Si tiene dificultades para socializar, los padres tienen que analizar su comportamiento porque quizá lo están cuidando demasiado. En caso que no sea una sobreprotección, se debe fortalecer su autoestima y confianza.

¿ Cuan recomendable es inscribirlo en cursos de teatro, baile, pintura y música?. Son perfectos para que el niño se relaje y saque a relucir todo su ingenio y creatividad. Poco a poco se irán soltando y ampliara su circulo social.

Debemos tener en cuenta que la timidez también afecta su rendimiento escolar puesto que les impide a muchos pequeños a repreguntar algunas dudas que tienen sobre un tema que no entiende. Y cuando llegan las exposiciones, no van a clases o si lo hacen, tienen dificultades para hablar frente a sus demás compañeros.

Recomendaciones para los Padres

A los niños les gusta jugar, por más tímidos que sean. Invitar a algunos de sus compañeros a su casa para pasar una tarde juntos.
Sacarlos a pasear a lugares públicos en forma continua (al cine, al zoológico, a pasear al parque, etc.), esto será un buen ejercicio para que observe el comportamiento de otros niños.
Nunca hablar a los niños con insultos y palabras ofensivas, porqué se sentirá torpe. Tampoco obligarlo a realizar actividades que no le gusten.

¡La timidez es un problema que se supera lentamente!

NIÑOS AGRESIVOS

Si un niño pega a sus compañeros de clase, patalea cuando no obtiene lo que quiere y tiene reacciones violentas, es un niño agresivo. Este comportamiento va ir creciendo y preocupa que se convierta en un problema mayor. La conducta agresiva, en la mayoría de los casos, se aprende. Pero si un niño ha aprendido a ser agresivo también puede enseñársele a dejar de serlo.

Diversos estudios han demostrado que el comportamiento agresivo se aprende, a pesar de que mucha gente opine que es heredado. El modo más frecuente de hacerlo es a través del modelado. Un niño aprende a comportarse siguiendo modelos de personas o personajes que tienen éxito siendo agresivos.

Veamos un ejemplo:

“Es sábado por la mañana. Estamos leyendo el periódico mientras nuestros dos hijos juegan. De pronto, uno empieza a llorar porque el otro está cambiando continuamente de canal y no lo deja ver la televisión. Al principio no hacemos caso pero los gritos y lloros nos empiezan a poner nerviosos. Finalmente nos levantamos y a gritos le decimos al hermano que tiene el mando a distancia que pare de cambiar los canales”.

Esta respuesta del padre o madre no solo no soluciona ni evita las conductas agresivas sino que las refuerza. Por un lado, el hijo que grita y llora ha observado que la rabieta le sirve para conseguir ver la televisión. De este modo le hemos reforzado, es decir, ha relacionado la agresividad con la obtención de lo que quiere conseguir.

Por otro lado, ambos niños pueden ver como los gritos ( que también son comportamientos agresivos ) nos han servido para conseguir que se callaran y nos dejaran leer el periódico con tranquilidad. Es este modo, han aprendido que siendo agresivos se consigue lo que se desea y es muy probable que en situaciones parecidas se comporten agresivamente, reproduciendo la conducta que han visto en el modelo.

Pero no acaba aquí el proceso. Si un niño tiene celos de un hermano y comprueba que cada vez que le pega, le fastidia o le hace llorar le castigamos o le damos una reprimenda, seguirá siendo agresivo con más frecuencia. ¿Por qué? El niño ha aprendido que molestando a su hermano, llama la atención. Poco le importa si le castigamos o no, lo que le interesa es que en ese momento estén pendientes de él y no de su hermano. Así pues, lo que se creía que era una buena solución para evitar que se volviera a pelear se ha convertido en todo lo contrario.

Hemos visto que el niño ha aprendido a ser agresivo. Del mismo modo podemos hacer que aprenda a comportarse mejor.

PLAN DE ACCIÓN.

Definir la Conducta. Debemos pensar y observar como se comporta el niño y que conducta agresiva es la que queremos cambiar por otra mas adecuada.
Cuando y con Quién. Anotaremos en qué momento se muestra agresivo y contra quién descarga su agresividad ( padre, madre, hermanos, visitas …)
Qué queremos Conseguir. Una vez analizada la conducta que queremos modificar, debemos marcarnos una meta y establecer un tiempo prudencial para conseguirla. Siempre que intentemos hacer desaparecer un tipo de conducta, pensaremos en una alternativa. Por ejemplo, si lo que pretendemos es que el niño deje de pegar a su hermano, debemos potenciar que juegue con él y comparta sus juguetes.

Métodos para reforzar positivamente una conducta no agresiva

Premios
Se debe hacer un listado con aquellas recompensas que puedan ser importantes para el niño. En ocasiones, los halagos, las caricias y las alabanzas son más efectivos que una recompensa material. Premiar cada pequeño esfuerzo que haga, encaminado a cambiar su conducta, pero sobre todo, nunca reforzaremos la conducta que estamos intentando hacer desaparecer. 

Métodos para Extinguir la conducta inadecuada

No prestar atención
Cada vez que el niño se muestre agresivo, llore, patalee, etc., debemos ignorarlo. Como ya hemos visto, presta atención a una conducta agresiva no hace más que reforzarla. Así pues, ignorarla hará que vaya debilitándose hasta desaparecer.

Reprimenda verbal
Es adecuada con niños pequeños. Nunca debemos gritar, pero si mostrarnos serios y firmes. Si nos reímos o demostramos que nos podemos dejar convencer por lloros se transformará en un método ineficaz.